POESIA DE RICARDO ISMAEL

Ricardo Ismael  Compláceme mi amor, los niños ya no están Se ha hecho cómplice la tarde, entremos ya Deja los platos suéltate el pelo, el delantal en el sofá Descuelga pronto ese teléfono, y apaga el celular   Y vuela… vuela Y en cada nube hallarás mis besos, y en mis caricias te envolverás Como navío con sus redes, junta peces del ancho mar Y vuela…vuela Y en la penumbra de mi zaguán, a tientas desvanecida Me dirás estremecida, ámame una vez más Déjame trepar a la locura, que mi alma ya no pueda respirar Deslizándome despacio por la ternura, que tu cuerpo adormecido me ha de dar Verte a mi lado toda mía, me provoca mil canciones tararear Ponle música a ésta poesía, para que juntos la cantemos sin parar Y vuela… vuela Y en cada nube hallarás mis besos, y en mis caricias te envolverás Como navío con sus redes, junta peces del ancho mar Y vuela…vuela Y en la penumbra de mi zaguán, a tientas desvanecida Me dirás estremecida, áma

No te detengas... golpea esa puerta sin pensar que tras ella,   haya ojos vigilantes con afán de querella. Avanza sin pausa... Tu alforja está llena, de verdades que golpean y se te escapan de los labios, en convicción plena. Si alguna vez tropiezas, porque han puesto en tu camino piedras calma...no son piedras de tu camino ni frutos de tu cosecha Se está probando tu integridad tu rectitud, y tu conciencia. Quizás no te valoren, esos tiempos que tu entregas pues...no es a ti a quién odian sino a Aquel, que con amor te entrena ¡Ay precursor, cuan duras son tus proezas! con esa fe insoslayable principio de grandezas Si perdieras la cordura y la depresión te acecha detente por un instante simplemente...camina, sigue Sus huellas. Ricardo Ismael

Afuera, gris el horizonte, entreverado con el cielo, Cruzan gaviotas en vuelo y sobre la isla retornan, Así nuestra charla ronda, y el mate resonga, como tango sin canción, disfrutando del fogón, que vuestra amistad corona. Sin pensar en la hora, Que se iba despacito, Dimos vuelta el matecito, Continuando la reunión. A siete pisos del suelo, y con la playa a nuestros pies, Olvidamos el estrés, Que la vida te ocasiona. Entre salado y chocolate, Hablamos tambien de arte, viajes, poesía y canción, Acomodado en el sillón, daban ganas de quedarte. Ya la noche estaba, y el mate cerró su boca, Pero queda en ésta nota Plasmada para el recuerdo Una amistad a la altura De Tatiana y de Roberto.

Un Abrazo Entre Lágrimas dedicado a mi gran amigo Omar Noble Querido amigo... porque así te siento, Vine a verte y me voy contento, Por la dicha que hoy te toca, De reinventar tus noches, Y amanecer cada día, Con esa hermosa cosquilla, Que un nuevo amor provoca. El brillo de tus ojos, Y el temblor de tu voz, Acompaña un corazón, Lleno de sueños, que gozo. Con tu cielo blanquecino, Y tus cristales empañados, Brotan versos y poesías, Cómo el joven de aquellos años. Para alentar ese amor, Que hoy te ha cautivado, Y que prometes cuidarlo, Para que dure cien años. Porque tu felicidad, Es la mía. Y porque míos, Son tus remansos. Los pliegues de tu piel, Marcados por los años, De esfuerzo y sacrificio, La Pucha que las has pasado!!! No podrán detenerte, Los que te creían acabado, Porque tu alma está viva!! Y llena de amor para darlo. Querido amigo... Estoy aquí, para vivarlo!! Y para darnos, entre lágrimas, éste abrazo!! Ricardo Ismael. 12 de julio, 20

La historia que aquí les traigo, no es una más como tantas, Viva leyenda que canta, por su nobleza y coraje. Porque todo el paisanaje, recuerda al “Gaucho” y su historia, Que vivirá en la memoria, por más que pasen los años, Del pueblo Villa del Carmen, del interior de Durazno. Fue por los años sesenta, cuando su amo se enfermara Viendo que solo quedaba y en la tristeza se hundía Porque Facundo sería, urgente hospitalizado Cruzo bañados a nado, pa’ acompañar su agonía. La soledad lo invadía, y su lealtad pronunciando. “Perro Gaucho” lo llamaban, los botijas del colegio, No muy grande, poco recio, y medio oscuro su pelo. Pues el marchó sin desvelo, desafiando temporales, Para aliviarle los males, al amigo de la vida, Más de diez leguas encima, desalentado y flaqueando. Andaba en el hospital, cabizbajo y en silencio, Con el dolor muy adentro, por no dejarlo adentrar. Lo corrían del lugar, porque perros no permiten, Pero su mirada triste, terminó por convencer, Y lo dej

    EL ASFALTO DE MI CIUDAD CHISPEADO POR LA POBREZA EN LOS CASCOS DE UN CABALLO QUE ALIMENTA SUEÑOS Y VERG ÜENZA SABOREANDO SIN SABORES DESDE QUINTO AÑO DE ESCUELA DIA Y NOCHE POR LA VIDA ESA QUE HOY TE CONDENA CLASIFICANDO CLASIFICADOR DALE QUE DALE PAPEL O CARTON BAJO LA LLUVIA O EL ARDIENTE  SOL AL RITMO LENTO DE TU CORAZON MUY MARGINADO POR LA SOCIEDAD QUE DE REOJO TE MIRA AL PASAR MIENTRAS LAS RIENDAS DE TU CABALLO TE DEJAN CAYOS QUE SON DIGNIDAD EL CLASISMO SEPARA A LAS PERSONAS Y PROVOCA ENVIDIA, ODIO Y DOLOR EL CREADOR NO HA DADO MAS CONSIDERACION AL NOBLE QUE AL HUMILDE DE CONDICION PUES TODOS ELLOS   LA OBRA DE SUS MANOS  SON SIGUE TU RUMBO CLASIFICADOR BUSCA TU ESTANCIA DONDE ESTA TU AMOR JUNTO A TUS HIJOS QUE TU ORGULLO SON Y YA UNO DE ELLOS QUIERE SER DOCTOR

Allá en La Redención y a los fondos de Taranco, Llegamos a lerdo tranco, por lo difícil de camino. Por los pirinchos me inclino, hasta dar con la portera, Que me lleva a la estanzuela, de mis amigos los Domínguez. Desde el alma mismo del coronilla, veo la llamarada crepitante, Y también al mismo instante, humear las copas que se agitan. Al sentir vuestra amistad infinita, también se agita mi corazón, El que palpita en cada apretón, sin pensar en la despedida. Al sentir la brisa del Santa Lucía, golpea mi instinto de cantor, Y va este verso por el sudor, derramado aquí en Melilla. Estrellas y luna brillan, para el disfrute de la ocasión, Juntitos en el balcón dando oído al silencio, y su melodía. Un cencerro suena en la noche, una luciérnaga muestra el lugar, Deteniendo el tiempo en el monte, invitándonos a callar. Algún zorro que se esconde, pues nos ha visto al pasar, Y habrá pensado al mismo tiempo, son amigos de verdad. Al hacernos al camin

No mires la hora  Dedicado a mi amigo José Musetti Se han abierto las puertas del cielo, para que tu verbo caiga en mi mesa, con tu dulce voz y grandeza, tu impronta no tiene excesos. Tu amistad y aprecio, un bálsamo son para mi edad, envuelto en un loco mundo, que no me quiere soltar. Tu blanca corona  es como un ángel frente a mí, sereno, perenne, pues nada he de perderme, mis oídos son para ti. Hace años que te pienso, pero nunca como ahora, necesario o innecesario cambiaría mi propia historia. Solo vive en mi mente, ese anhelo de cambiar, en este mundo al girar, que a todos nos tiene preso. Mi corazón palpita, me quema la Verdad,  y gritarla quiero, pero mi voz no me da. Sincero tu ser y amor en tu mirar, y en tus gestos me das, confianza, amanecer Y sin querer pretender mi atención, sin demoras como un gran amigo al final, dices llámame, y no mires la hora. Ricardo Ismael 28/01/2018 en recuerdo a tu