Amaré por siempre un Café Mañanero en Valparaíso

En lo alto del Concepción,
Por callejuelas de adoquín,
Llegué hasta ti, seducido por el fulgor
Y embriagado en tu olor,
En tu interior me perdí.

Esquina de faroles y duendes,
Disfrazados de arlequín,
Te harán siempre sonreír, a pura magia y amor,
Te darán el buen día, con su sombrero mejor,
Con aromas elegidas, de inolvidable sabor.

Desde Pratt a Barburizza,
en su loca topografía,
La espuma del café dibuja, un Neruda y su poesía,
Criticona y audaz, enfurecida y dolida,
Y la Mistral de Valpo enternecida y sencilla.

Desde las calles Porteñas del gran Valparaíso,
Pudo la suerte y quiso, que en mi camino te cruzaras,
Despertando con tu aroma mi alma, como un amor correspondido,
Sentir tu calor en mis dedos,
Y un amargor con hechizo.

Cuanto tiempo te quedarás conmigo, en mis labios?
Hasta que vuelva a tu mesa, bajo un sombrero alado,
Y desbocado pueda decir que es un vicio,
Amar con locura un Café Mañanero en Valparaíso.
Ricardo Ismael
28/04/2019
Montevideo -Uruguay

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