CUATRO COSAS


El hombre en su egoísmo,

solo goza petulancias,

y se llena de arrogancias,

pensando solo en sí mismo.

Si pensara en grandes cosas,

como el sol en el poniente,

avivando en occidente,

un cielo color de rosa.

Ocurrencia maravillosa,

de tantas cosas bellas,

como una noche de estrellas,

inmensa y majestuosa.

Grandes olas esponjosas,

encrespadas bajo el viento,

que enaltecen mi pensamiento,

y mi mente alboroza.

Si pensara en otras cosas,

que aunque pequeñas nos calan,

como el canto de las aves,

con sus trinos y sus notas.

Y las cosas ingeniosas,

que también debiera admirar,

como increíbles gaviotas,

desalando el agua del mar.

Y fíjate al andar,

en una noche cerrada,

luciérnagas iluminadas,

brillando en la oscuridad.


Ciegos murciélagos que al volar,

se darían contra todo,

pero que lo encuentran todo,

porque tienen sonar.

¿Cómo no se da cuenta al pisar,

que rodeado está de maravillas?

y que de las cosas sencillas,

se debiera de ocupar.

¿Cómo hacerle pensar,

en las cosas pequeñas?

cosas que con frecuencia,

por sentado las dá.

Una sonrisa,

una mano tocar,

una palabra,...amar,

pronunciación tan sencilla,

Que al decirla nos cautiva,

y nos hace repensar,

y nos permite apreciar,

lo simple de la vida.

¿Qué más quieres que te diga?

si hasta el hombre mismo odia la muerte,

pero lo sigue echando a suerte,

aunque le ofrezcan otra vida.

Te aconsejo que decidas,

algún día investigar,

¿quién te trajo hasta acá?

más no quedan muchos días.

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